sábado, 13 de julio de 2013

Tarta de comunión

Ya vuelvo a estar por aquí, hacía muchísimo tiempo que no publicaba una nueva entrada, pero sinceramente he estado un poco liada. Primero exámenes y después, he empezado a trabajar, así que tengo bastante menos tiempo para dedicarme al mundo del fondant.

Pero bueno, a lo que vamos... Tengo que presentaros a la perla de la corona de mi blog. O bueno, por lo menos eso me parece a mi, estoy muy orgullosa de esta tarta y de su resultado.

Estaba en casa y me sonó el teléfono, era para encargarme una tarta para la comunión de una niña, Mariona. Evidentemente no me podía negar por dos cosas, la primera, porque el fondant es mi pasión y la segunda, ¡porque me moría de ganas de hacer una tarta para una niña! Hasta ahora todo habían sido pasteles para "hombretones"... esta era mi oportunidad.

Decidí aventurarme y hacerla de dos pisos. Ha sido mi primera tarta de dos pisos, así que estaba un poco nerviosa por el resultado... podía salir muy bien o directamente fatal.

Como os podéis imaginar, no me dejaron cambiar de bizcocho, debía ser el de chocolate (MSC de chocolate aromatizado con vainilla), como el que ya habían probado anteriormente.

Para poder montar una tarta de dos pisos, hay que tener muy en cuenta que la base debe ser muy fuerte para que mantenga el peso del piso superior. Tener en cuenta que ya no es solamente el bizcocho, sino el fondant, que es muy pesado. Todo esto lo conseguí con la ayuda de unos palillos largos clavados en el centro de la tarta para que hagan de soporte y no llegue a hundirse.

Una vez montada, ya sólo quedaba adornarla y escogimos un tema floral. El resultado podéis verlo a continuación.






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