¡Hola amigos! ¿cómo os ha ido el verano? a mi sinceramente me ha pasado volando... Ya estoy en mis últimos dos días de vacaciones y me pregunto que ha sido de ellas, jajaja. Pero bueno, supongo que como a todos vosotros.
Esta vez os traigo un granizado para hacer en casa de lo más fácil y rápido, el granizado de malta. Creo que es un buen sustituto del granizado de café y muy sano. Ahora es cuando los más cafeteros me tiran los trastos a la cabeza y me dicen que ni hablar, pero sinceramente a mi (que no soy demasiado cafetera) me lo parece. ¿Porqué me aventuré a probarlo? porque la malta era el desayuno diario de mi bisabuela, así que pensé, porque no probarlo...
La malta se obtiene de la cebada, y como un cereal que es, aporta muchos beneficios para el organismo. Entre los que podemos encontrar, escaso contenido graso, propiedades digestivas, depurativas y diuréticas; tiene una gran cantidad de aminoácidos que contribuyen a la construcción de las proteínas; se considera una de las mejores fuentes naturales de energía y contiene numerosos minerales como fósforo, potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro y zinc. ¿Os parecen suficientes razones para probarla? ¡Seguro que sí!
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 7 cucharadas de malta
- sirope de ágave (al gusto)
En primer lugar hay que poner a hervir el agua, a continuación añadimos la malta y dejamos hervir durante unos 5 minutos. Cuando hayan pasado los 5 minutos, tapamos y dejamos reposar por un rato, mínimo unos 30 minutos. A continuación, colar y endulzar al gusto. Yo lo endulzo con el sirope de ágave, pero podéis usar azúcar o lo que más os guste. Una vez esté frío, lo colocamos en el congelador y ¡voilà!
Este invierno voy a probarlo calentito, hervido con leche, porque seguro que debe estar delicioso.
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